La OMS publica la guía Ethics and governance of artificial intelligence for health para identificar los beneficios y desafíos relacionados con el uso de los Modelos de Lenguaje de Máquina (LMM) en el ámbito de la salud y en el desarrollo de políticas y prácticas adecuadas para su desarrollo, provisión y utilización. La guía ofrece recomendaciones sobre la gobernanza, tanto a nivel empresarial como gubernamental, promoviendo la colaboración internacional, según los lineamientos de 6 principios rectores. Estos principios deberían guiar el desarrollo y la implementación de la IA en la salud por una amplia gama de actores, incluidos gobiernos, educadores, investigadores y empresas. Los principios son:
- Proteger la autonomía. Para garantizar la seguridad y eficiencia de la IA en la salud, los humanos deben tener el control de las decisiones médicas. Además, la privacidad y confidencialidad de los datos deben protegerse mediante un consentimiento informado y marcos legales adecuados.
- Promover el bienestar humano, la seguridad humana y el interés público. Los diseñadores de IA deben asegurar que sus sistemas cumplan con las regulaciones de seguridad y precisión para su uso en los cuidados de salud. Se requieren controles de calidad y mecanismos para optimizar constantemente los procesos. La IA no debe utilizarse si existe algún riesgo de daño físico o mental que pueda evitarse con otras intervenciones.
- Asegurar la transparencia y la inteligibilidad. La IA debe operar con transparencia haciendo que sus decisiones sean comprensibles para todos. Esto incluye tanto médicos como pacientes. Las explicaciones sobre su funcionamiento deben adaptarse a distintos grados de comprensión según a la audiencia a la que se dirigen.
- Fomentar la responsabilidad y la rendición de cuentas. Para asegurar el uso responsable de la IA en los servicios de salud, se requiere capacitación adecuada del personal y la evaluación de pacientes y profesionales en su desarrollo e implementación. De igual forma, deben crearse mecanismos para reclamos y compensación si la IA perjudica a individuos o grupos.
- Garantizar la inclusión y la equidad. La IA debe fomentar un acceso más amplio, apropiado y equitativo, sin distinción de edad, identidad de género, ingresos, raza, orientación sexual, capacidad y otras características. La IA no debe perpetuar ni acrecentar sesgos en detrimento de grupos desaventajados. La IA tiene que ser supervisada y evaluada para identificar sesgos potenciales en grupos específicos de personas.
- Promover una IA que sea receptiva y sostenible. La IA debe promover la sostenibilidad en la salud, el medioambiente y el trabajo. Los sistemas pueden optimizar recursos y mejorar la eficiencia medioambiental para mejorar la gestión de recursos naturales. En el caso de los entornos laborales, pueden automatizar tareas y mejorar la seguridad de los trabajadores.